Pablo Tognetti es Presidente de ARSAT, la empresa nacional de telecomunicaciones. Se formó como Físico en el Instituto Balseiro y comenzó sus actividades de desarrollo tecnológico en la Comisión Nacional de Energía Atómica, CNEA, en 1970. Fue parte del grupo que acompañó a Conrado Varotto en la creación de INVAP. Vive en Bariloche y es referente indiscutido en temas aeroespaciales e industria satelital. En 2020 ARSAT S.A. firmó un contrato con INVAP S.E para la construcción del SG1: un satélite que proveerá servicio de Internet con cobertura total para las zonas rurales de Argentina.
El Directorio del Ente Promotor del Parque Tecnológico Bariloche aprobó en julio de 2021 la cesión en forma gratuita a ARSAT de 3 lotes por un total de aproximadamente 10 mil metros cuadrados donde funcionará la sede de ARSAT en Bariloche, entre otros proyectos que la empresa evalúa a mediano y largo plazo.
Este es el diálogo que mantuvimos sobre éste y otros temas con Pablo Tognetti.
-¿Cuál será la actividad de ARSAT S.A. en los lotes cedidos a la empresa por parte de la provincia de Río Negro?
– Son proyectos a mediano y largo plazo. Por un lado, está todo lo referido a fibra óptica; en el país tenemos 35.000 km de tendido, compuesto por una red troncal con derivaciones en muchas provincias para llegar a localidades. Eso obliga a tener grupos operativos desplegados en el país para hacer el mantenimiento de la fibra. Esos grupos deben ir a los nodos, que es donde se conectan los proveedores de Internet (es decir, ARSAT actúa como mayorista). Tenemos un poco más de 150 personas desplegadas en el país, entonces, nos es bueno tener una sede regional en Bariloche, donde, entre otros aspectos, poder almacenar repuestos y herramientas.
Además, hacemos el mantenimiento de la Televisión Digital Abierta que involucra 100 estaciones con torres de la TDA. Esto también requiere mantenimiento de equipos y repuestos que se podrán tener en el Parque Tecnológico Bariloche, donde por supuesto también se establecerá un nodo de la red de fibra.
Por otra parte, nosotros tenemos una interacción muy fuerte con INVAP S.E. Siempre tenemos, al menos, un mínimo de personal de ARSAT de forma permanente allí, que se incrementa eventualmente cuando hay operaciones del CEATSA (1), el Centro de Ensayos de Satélites que tiene mayor o menor actividad según la etapa en que esté el satélite. Tener una sede en el PITBA permitirá contar con oficinas para las personas que participen del proyecto.
-¿El satélite SG1 está en un proceso inicial?
-Está en proceso de desarrollo; por un lado INVAP tiene un proyecto de desarrollo satelital conjuntamente con la empresa Turkish Aerospace Industries (TAI). En paralelo, firmamos con INVAP un contrato en diciembre de 2020 para la construcción de un satélite de ARSAT, que tiene características tales que está dentro del esquema que están desarrollando INVAP y la empresa turca. A medida que avanzan con el primer desarrollo tienen que ir construyendo nuestro satélite.
-¿Qué destino tendrá el satélite SG1?
-El objeto del SG1 (el tercero de la flota de ARSAT) sería exclusivamente para brindar Internet satelital en zonas rurales de la Argentina, con cobertura total en el país, para una cantidad estimada en 200.000 hogares y para unos 80.000 hogares en países limítrofes (Chile, Bolivia y Paraguay) donde tendremos una cobertura parcial. Es decir, llevaremos Internet a lugares donde es muy caro o muy difícil llegar por tierra (fibra óptica).
En todos los países se recurre al satélite para las zonas rurales y cuanto más grande es el país mayor será el despliegue requerido de terminales para proveer la conectividad. Si Argentina no hiciera el satélite tendría que comprar el servicio al extranjero, lo que implicaría un gasto enorme en divisas. A lo largo de los 15 años de vida útil de un satélite como el SG1 implicará un ahorro de divisas de alrededor de 700 a 800 millones de dólares.
-¿A qué se debe el nombre del satélite?
-SG1 lo llamamos porque es “segunda generación tecnológica”. Los ARSAT 1 y 2 tienen la tecnología que se usaba en ese momento en el mundo, pero ya estaba declinando y empezando a ser reemplazada por una tecnología más avanzada, que es la que va a tener el SG1. El uso de la propulsión eléctrica (en vez de la propulsión química) implica que podrá dedicar proporcionalmente mayor peso a la carga útil, – a los equipos de comunicaciones-, que al satélite en sí. Cuando el combustible es químico para llegar desde la órbita de transferencia hasta la posición final se requiere un gran gasto de combustible: la mitad o un poco más del peso del satélite al momento del lanzamiento se consume en esa transferencia que se realiza en 5 o 6 días. Con la propulsión eléctrica se demora mucho más, (5 o 6 meses para llegar a esa posición final) pero se usan los paneles solares para generar la energía eléctrica que alimenta un motor iónico Esto permite incrementar en un factor 2,5 la relación potencia eléctrica aplicada a la carga útil, para el mismo peso de un satélite al momento del lanzamiento. Entonces, en el SG1 que va a pesar alrededor de 2 toneladas, vamos a tener el doble de carga útil que tenían el ARSAT 1 y 2.
-¿Cuándo estaría finalizado?
-Esperamos que el satélite esté operativo hacia fines de 2024, hay situaciones derivadas de la pandemia que modificaron los tiempos. Hay componentes que se fabrican a pedido y que tenemos que comprar en el exterior cuyos plazos de entrega han aumentado.
– ¿Existe una discusión a nivel mundial acerca de las inversiones estatales y privadas en el área aeroespacial y la industria satelital? Pongamos como ejemplo el “tren de satélites” de Elon Musk.
-Discusión no; en el caso nuestro es muy modesto, más allá que son satélites de 250 millones de dólares. En el caso del SG1 cuenta con la financiación de un crédito de la CAF (la Corporación Andina de Fomento) de la cual Argentina es miembro pleno, es decir, tiene acceso a créditos importantes.
En el caso de Elon Musk, (que vendió sus empresas para crear la empresa de lanzamiento Space X), en sus inicios Estados Unidos le compró lanzamientos adelantados para la NASA. Es una manera de subsidiar financieramente a la compañía, algo que el gobierno de EE UU hace con las empresas emprendedoras. Ahora ya debe tener cerca de 1500 satélites en órbita y en este tramo va a invertir 10.000 millones de dólares (según sus propias declaraciones) para llegar a una constelación de 12.000 satélites. Su empresa Starlink brindará Internet con satélites de baja órbita.
Las inversiones más grandes para brindar internet satelital en el mundo en general son privadas. En el caso de ARSAT la inversión la hace el Estado a través de un crédito internacional. Nuestra empresa va a cobrar por brindar el servicio a precio competitivo, con internet de buena calidad y en pesos, lo que permitirá recuperar la inversión en unos 6 años, de los 15 de vida útil del satélite.
-Volvamos a Parque Tecnológico Bariloche y los proyectos de ARSAT
– Existe la idea de instalar un Centro de Datos Regional en el Parque Tecnológico Bariloche. ARSAT opera actualmente el Centro Nacional de Datos para brindar lo que se llama “servicios en nube” donde el cliente arma su propio centro de cómputos virtual, y con respaldo de capacidad y de ciberseguridad. Esto ya está en boga en todo el mundo y es a lo que aspira ARSAT. Servicios de este tipo permiten ahorrar divisas. La idea es tener algunos centros de datos, no muy grandes, distribuidos en diversos puntos específicos del país. Uno de ellos estamos contemplando tenerlo en el PITBA.
Estos centros de datos tienen dos funciones: brindar servicios localmente, sin tener que pagar transporte ida y vuelta hasta nuestra sede en Benavidez. El otro aspecto es que sirvan de respaldo o backup para eventuales problemas que pueda tener nuestro Centro de Datos Nacional.
Y a futuro, a medida que el PITBA crezca y que se vayan nucleando empresas con mucho know how y emprendedores, universidades e instituciones CONICET, el Centro Atómico Bariloche y el Instituto Balseiro, ARSAT espera tener participación en actividades de desarrollo en temas de telecomunicaciones dentro del Parque Tecnológico Bariloche.
Nuestra idea es, inicialmente, trabajar con las dos entidades que brindan en la región la carrera de Ingeniería en Telecomunicaciones (Instituto Balseiro y Universidad Nacional de Río Negro), firmar acuerdos para proveer becas apuntando a que los talentos se queden el país y que el éxodo no sea tan grande de gente que se va o que trabaja para el exterior.
-Para concluir, ¿Cómo impactará la instalación del Parque Tecnológico en Bariloche y la región?
– Apoyo este proyecto de Parque Tecnológico desde hace muchos años. Creo que es sumamente acertado y va a llevar su tiempo hasta que empiece a impactar y capte empresas importantes que tengan el componente de desarrollo y que aprovechen los talentos que hay localmente. Va a pasar tiempo pero hay que ser firme, darle continuidad; yo creo que va a ser sumamente exitoso.
(1) N de R: Centro de Ensayos de Alta Tecnología Sociedad Anónima, una empresa conjunta entre ARSAT e INVAP de alta tecnología que brinda servicios de ensayos ambientales a las industrias satelital, aeronáutica, automotriz, electrónica, energética, defensa y de bienes de capital en general.