Fundación Invap es una organización sin fines de lucro. Fue creada por INVAP S.E. en el año 2014 y comenzó a funcionar en el año 2016. Alicia Vallejo asumió el 2021 como Directora Ejecutiva Operativa de Fundación INVAP. Se formó en Economía y se especializó en Diseño Estratégico de Tecnologías para el Desarrollo Inclusivo y Sustentable. Tiene amplia experiencia en la gestión de proyectos tecnológicos complejos. Compartimos esta entrevista que hace foco en la tarea de esta organización.
-¿Qué programas desarrolla la Fundación Invap?
-Hemos tenido incursiones en distintos ámbitos, como algunas acciones de Arte y Ciencia, otras de divulgación de vocaciones científicas. Pero post pandemia hicimos una evaluación estratégica para determinar hacia dónde queremos dirigir nuestras acciones. Detectamos que el foco donde nosotros aportamos mayor valor es en impulsar empresas de base científica-tecnológica con impacto socio ambiental positivo, acompañamos proyectos que tengan impacto en los ámbitos de la salud, la economía social, la integración, la inclusión y la sostenibilidad o mitigación del cambio climático. Uno de los programas que ya lleva cinco años de ejecución es Emprendé ConCiencia, que busca potenciar iniciativas que solucionen problemáticas sociales y ambientales a través de la ciencia, la tecnología y la innovación, en conjunto con el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación. Emprende ConCiencia acompaña 15 emprendimientos que seleccionamos que surgen de una convocatoria federal, vienen dos semanas a Bariloche y pasan por mentoreos en modelos de negocios con impacto y técnicos. Este es uno de los programas sobre el cual creemos que aportamos mayor valor, porque nos permite compartir la experiencia de los 45 años que INVAP lleva desarrollando proyectos tecnológicos complejos. Tenemos un pool de mentores y mentoras técnicas que son jubilados/as de INVAP y algunos son tecnólogos o investigadores que vienen de llevar adelante proyectos con muchísimos años de seniority.
-Los participantes de Emprende ConCiencia, ¿son empresarios incipientes o se encuentran en una instancia previa a la conformación de una EBT?
– Están en una instancia previa. Por eso nos complementamos con el Concurso IB50K que organiza el Instituto Balseiro que apunta a los emprendedores en una instancia posterior. Nosotros apoyamos proyectos que, tal vez, están en instancias previas incluso al prototipado y los acompañamos en la posibilidad de imaginarse teniendo una empresa: por ejemplo, de qué hablamos cuando hablamos de modelos de negocios o qué es un modelo de negocios con impacto ya que, si de algo no podemos darnos el lujo de no hablar, es del impacto socio ambiental positivo, que sean proyectos que generen inclusión o al menos que mitiguen riesgos ambientales o directamente no los tengan. Esto es algo que está en el foco del propósito de la Fundación.
-¿Cuál es el desafío hoy de Fundación INVAP en referencia al vínculo con la sociedad?
-El desafío y la responsabilidad que tenemos es compartir el conocimiento generado en INVAP en estos 45 años. Al ser una empresa estatal, nos vemos en el compromiso de que ese conocimiento se vuelque a la sociedad. Y siempre nos preguntan “¿por qué no existen más INVAP?”. Eso es lo que nos motiva a impulsar empresas de base científico tecnológicas, como alguna vez nos impulsaron a nosotros.
-Entonces, ¿por qué cree usted que no existen más INVAP?
-La gente que estudia los casos de EBT encuentran que es muy difícil sostenerlas y pasar lo que se denomina “el valle de la muerte”, ese periodo entre seis meses y un año en que la empresa no logra ser rentable, entonces son emprendimientos que tienen una alta mortandad.
-¿En el caso de INVAP influye la participación del Estado para evitar esa situación?
-INVAP ha sido apoyada muchos años y lo sigue siendo, porque el uso del poder estratégico de compra del Estado es lo que permite que empresas como Invap existan. Tomar decisiones de comprar en Argentina y no importar la tecnología.
– ¿En qué otros proyectos participa la Fundación?
Como comentaba al inicio, el foco estratégico es el impulso de EBT y también trabajamos participando en varios foros articulando este Triángulo de Sábato (sector público, con el privado socio-productivo y con ecosistema científico tecnológico), creemos que estamos en una posición de posibilitar diálogos y tender esos puentes. También tenemos el eje de acercar la ciencia y la tecnología a la comunidad y para ello INVAP nos cedió en comodato un caserón que está ubicado en Circuito Chico, el chalet Soria Moria, donde hicimos varias actividades de Arte y Ciencia, utilizando el primero como una herramienta para acercar la ciencia y la tecnología a las personas.
-La misión de Fundación INVAP busca “redefinir el desarrollo tecnológico”, ¿Qué aspectos considera que hay que redefinir acerca del desarrollo tecnológico?
-¡Es algo que nos preguntamos todo el tiempo! Nos gusta tomar una frase de Cacho Otheguy que decía que “no es desarrollo tecnológico si no tiene foco en la soberanía del país” y nosotros le agregamos “la mitigación del cambio climático”. Porque el desarrollo tecnológico tenía otro sentido en la década del 70, que es el espíritu y nacimiento de INVAP y de otras organizaciones de ciencia y tecnología locales. Pero yo creo que, de cara al futuro y a la situación mundial en que vivimos, no podemos pensar que el desarrollo no tenga como prioridad la protección de las especies y la mitigación del cambio climático. Así que a lo de la soberanía del país que nombraba Cacho, creemos que hoy “desarrollo” es más que eso, porque la coyuntura en la actualidad es otra.
– ¿Qué opina de la creación e instalación del Parque Tecnológico Bariloche?
-Celebramos esta política pública que es impulsada por la provincia porque creemos que es el espacio de sinergia entre el sector socio productivo, la infraestructura científica tecnológica, las organizaciones de ciencia y tecnología que se instalan allí (como es el caso de INVAP pero también ALTEC), y también la academia porque están las universidades. Creemos que estos puentes que tiende el PITBA son de los que hablaba el Triángulo de Sábato: es el puente entre el sector socio productivo para que empiecen a ocurrir esas sinergias; es una gran oportunidad para que ocurra esa articulación entre estos vértices del triángulo que muchas veces tienen relaciones débiles y no son conducentes para el desarrollo del país.