El Dr. Mariano Cantero es el director del Instituto Balseiro (IB), una de las instituciones académicas de mayor prestigio del país. Sus ingresantes provienen de toda la Argentina y de otros países de América Latina. Tiene un sistema de becas para todos sus alumnos/as, quienes además pueden optar por vivir dentro del Campus del Centro Atómico Bariloche (CAB), lo que les permite una cercanía inigualable con investigadores (que son sus docentes) y finalizan su formación en los laboratorios del CAB, con posibilidades de incorporándose a grupos científicos y tecnológicos.
– ¿Cuál es el rol del Instituto Balseiro (IB) en la formación de profesionales del sistema científico tecnológico?
– Como misión principal está la formación de recursos humanos en Física, Ingeniería y la generación de conocimiento en esas áreas, con el foco puesto en aportar al desarrollo del país. Tenemos carreras de Ingeniería nuclear, Física, Ingeniería en telecomunicaciones e Ingeniería mecánica y siete posgrados con temáticas relacionadas. Nuestro objetivo es poder impactar desde esas temáticas sobre cinco grandes macro áreas que son las que identificamos como las áreas centrales para el desarrollo del país en los próximos años: energía, alimentos, salud, ambiente y comunicaciones. El Instituto Balseiro (IB) depende de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO). Todas nuestras tareas las hacemos en el marco de pertenencia a esas dos instituciones y nos ubicamos geográficamente dentro del Centro Atómico Bariloche (CAB), con una simbiosis que es casi imposible de separar lo que es el CAB de lo que es el IB, de hecho, nacieron casi juntos. El Instituto Balseiro solo puede funcionar dentro del Centro Atómico Bariloche, de otro modo le sería imposible desarrollar sus actividades, todo el aporte de infraestructura y experiencia, conocimiento y recursos humanos que hace la CNEA es central.
– ¿Qué visión tiene acerca de la Economía del conocimiento y cómo debería aplicarse?
Todo lo que es formación de recursos humanos y generación de conocimiento es central, pero nosotros necesitamos articularlo mucho más en todo el sector socio productivo. Y en ese sentido yo creo que la instalación y el empuje que se le está dando al Parque Industrial y Tecnológico Bariloche es muy bueno. El concepto de generar crecimiento y desarrollo económico a través del conocimiento es muy amplio y transversal a muchos factores. Por un lado, tenemos conocimiento aplicado que genera tecnología y la “capacidad de hacer” (el “know-how” como se conoce en inglés). Con el apoyo y políticas estatales adecuadas, este know-how tiene el potencial de transformarse en empresas de base tecnológica. Pero para lograr el crecimiento y desarrollo económico hay que radicar esas empresas en la región. Si todo el conocimiento que se genera en Bariloche, – con la Universidad Nacional de Río Negro, la Universidad Nacional de Comahue, la Universidad Tecnológica Nacional, el INTA, el Instituto Balseiro, el CONICET, el Centro Atómico Bariloche y la CNEA-, da origen a empresas de base tecnológica lo ideal sería que se radiquen acá, en Bariloche. Y que esas empresas generen desarrollo local y que impacten en una mejor calidad de vida de todo el entorno. Si logramos arraigar esas empresas en la zona en que se está generando ese conocimiento, o al menos dentro del país, ahí es cuando pasamos como ciudad, región y país a tener una herramienta de poder geopolítico regional. Porque podemos generar mucho conocimiento y muchos recursos humanos, pero si esos después migran y se instalan en otro lado o emigran y se van a otros lugares del mundo no estamos generando una herramienta de desarrollo y de poder geopolítico. Si logramos que ese conocimiento y esas capacidades se radiquen acá, y creen procesos productivos en Bariloche, el posicionamiento y capacidad de negociación del municipio en la provincia, de la provincial en la nación, y del país en la región pasa a ser mucho mayor.
– ¿Cómo considera que se logra la radicación de las empresas?
Para generar desarrollo basado en el conocimiento uno de los elementos clave son los recursos humanos altamente formados y capacitados. Pero hay que lograr que se quieran radicar en la región y para ello no alcanza con un buen sueldo o con un atractivo desarrollo profesional. Hoy en día el desarrollo es integral y mucho más amplio: necesitan un proyecto de vida. Eso es lo que tenemos que lograr, ofrecer un proyecto de vida que incluya un buen salario y la posibilidad del crecimiento profesional, pero también tiene que haber una infraestructura asociada a la región que permita que esos recursos humanos desarrollen su vida en la ciudad (educación, salud, deporte, ocio, conectividad, entre otros, todos de muy buena calidad). Esta es la base para que podamos proponer la radicación de empresas en Bariloche.
– ¿Y para las empresas foráneas?
Hay muchas aristas diversas, pero desde mi conocimiento puedo decir que Bariloche es muy atractiva por la cantidad y calidad de recursos humanos que genera, es un polo científico tecnológico muy importante. A nivel densidad de investigadores/as por cantidad de habitantes creo que estamos al nivel de Corea del Sur. En infraestructura debe haber pocos lugares en Latinoamérica que tengan la densidad, interacción y cantidad que tiene Bariloche. Entonces, con algunas políticas adecuadas a nivel municipal, provincial y nacional se podría generar un polo científico-tecnológico-productivo muy importante. El tema de la radicación de las empresas tiene que ser hecho de una manera muy inteligente. Por un lado, tenemos las micro o pequeñas empresas que se tienen que desarrollar y radicar, y necesitan apoyo y políticas adecuadas. Por otro lado, están las empresas de mayor envergadura o multinacionales. Hay empresas a nivel mundial que han manifestado su intención de venir a radicarse. Esto tiene que ser hecho de manera muy pensada e inteligentemente, para que redunde en una mejora del entramado científico-tecnológico-productivo de la ciudad, porque de otro modo podrían llegar a generar una distorsión importante en el sistema.